Cuando se me pasó del todo el efecto seguimos avanzando. Me seguía sintiendo poderoso. Mis manos brillaban. Era un brillo leve, casi imperceptible, pero no habían vuelto a su estado normal. Eso me hacía recordar una y otra vez que lo que había sucedido era cierto. Kaysa me miraba con cierto temor. El pequeño ser estaba pensativo. El silencio se había adueñado del ambiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
El blog se alimenta de vuestros comentarios!! Muchas Gracias!!!